Tus palabras me recordaron una carta que un día me diste, creo que la habías hecho para un EJE o algo así; como sea, la busqué y la encontré. La leí nuevamente y en el principio decía que llevábamos 2 años juntas, tú entiendes, de amistad; triste coincidencia porque en unos meses serán justamente 2 años que ya no somos amigas.
De todas maneras, recibo tus palabras de apoyo pero no puedo hacer más que dejarlas caer. Quisiera aprovechar esta oportunidad para preguntarte a qué te refieres con que sientes “cierta responsabilidad” en el hecho que supongo es el término de nuestra amistad. Me interesa mucho, obviamente si quieres me contestas, ya que realmente no espero un respuesta porque entiendo que si no la hubo en tanto tiempo es iluso pensar que quizás algún día la tenga. Sin embargo, te agradecería que me lo aclararas para no cometer el mismo error con alguno de mis grandes amigos.
Admito que la gente se puede alejar por “cosas del destino” pero en este caso, por lo menos yo, lo dudaría porque tú sabes que fue tu voluntad directa la que me borró. Créeme que en este momento es lo que menos analizo pero cuando sucedió quedé bastante sorprendida de que una persona que me había llamado “la hermana que siempre he tenido” se alejara sin razón aparente. Tú sabes como han sido tus actitudes, así que lamentablemente, no esperes que confíe en este gesto ni en lo que escribiste.
Es fácil entregar palabras a una persona sin mirarla a la cara y voltear cuando se encuentra de frente. Sinceramente espero que hayas aprendido algo de todo esto, que te alejes de gente como yo, sea lo que sea que te haya hecho y bueno, que seas feliz con las personas que elegiste para ser parte de tu vida.
Adiós.-
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