Quisiera decirte tantas cosas
Contarte todo lo que hemos hecho
en esos sueños paradisíacos
en que la tarde es un desvelo.
Pero la prudencia me calla
Y el temor a tus deseos antes
cumplidos
Me agrieta algún resquicio de la
mirada
Por donde escurren acuosos lamentos.
Irte ahora es dejarme sola en una
isla
con la frustración de no poder
pintar el cielo
teniendo escondido el tintero lleno.
Prometo vestirme de noche
Ligera, valiente, osada
Y discreta,
Como una puta en la intimidad
Como señorita ante la sociedad.
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