Ojitos de caramelo
mírenme
y me endulzarán la vida,
tiñan mi paisaje
de alegres colores.
Orejitas de manjar
suavicen lo que oigo
y protéjanme de las falsas palabras.
Boquita de anís
murmúrame al oído
tiernas frases de amor.
Nariz de chatillí
respírame suavemente,
recuérdame con olor a cacao virgen.
Manitos de mazapán
abriguen las mías
cuando se sientan solas.
Pancita de merengue
no comas tanta pereza
y aliméntate de mi dulzura.
Piececitos de chocolate
préstenme sus huellas
para no perderme cuando te siga...
11/11/2006
jodidamente dulce, honey.
ResponderEliminares eso, o ser golpeados por la puta (y por eso tan propia) realidad.